Este conjunto de danzas, de gran belleza plástica, ha sido bailado tradicionalmente durante siglos en la época de Carnaval, coincidiendo con el final del invierno y la llegada de la primavera, en el comienzo de Pascua y la llegada de los 40 días de ayuno.
Esta tradición de los bolantes era muy popular en todo el territorio de Baja Navarra, pero Luzaide ha sido la localidad donde más fuertemente se ha mantenido, recuperándose en los años 60 y extendiéndose después a otras localidades.
Hay que tener en cuenta que, aun siendo un cortejo carnavalesco, no es una mascarada en sentido literal ni propiamente dicho son danzas de Carnaval, ya que aunque en algún momento se acomodaron al tiempo de Carnaval, se sabe que eran muchas otras las ocasiones en las que se realizaban estas danzas.
Consta de varias partes; las martxak, bailadas en dos filas, son pasacalles en compás 2/4 tocados a ritmo muy vivo. Para entrar a la plaza, se baila la bolant dantza y seguido las denominadas antrexantak, bailes de melodías muy vivas que se ejecutan también en dos filas. A continuación las mujeres se unen al espectáculo para bailar los iautziak o músicos, ejecutados en corro. La participación de las mujeres se integró a partir de los sesenta. Por último las contradanzas o polkas, se bailan en pareja y preceden a la marcha final. La melodía es de origen centroeuropeo que a partir del año 1968 fueron incorporadas al folklore del pueblo de Valcarlos.
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