El 7 de julio, día de San Fermín, es el único día que se puede ver a los ezpatadantzaris de Lesaka realizar esta singular danza, cuya estructura y desenvolvimiento, la hacen asimilable a un conjunto de danzas que podemos llamar "Ezpata-dantza" y que en muchos casos han guardado, o guardan, una estrecha relación con el día del Corpus.

Los protagonistas se denominan ezpatadantzaris, aunque no emplean esta arma, porque se admite que la utilización de la vara es fruto de un muy probable cambio de herramienta.

En los desplazamientos, los danzaris interpretan unidos por sus makilas Makil-gurutze,  donde trenzan sobre sus cabezas una especie de entramado bajo el cual pasan todos. En la plaza, unidos por las makilas y dispuestos en forma de uve, bailan Ziarkakoa,danza viva y nerviosa con desplazamiento lateral y enérgica patada. Y en el cauce del río Onín interpretan Zubigainekoa, con desplazamientos adelante y atrás, sobre los pretiles que canalizan este río que divide la villa en los barrios, Pikuzelaia y Legarrea.

Se dice que sus vecinos vivían enfrentados hasta que en el siglo XV la necesidad de apagar un violento incendio los unió y el vínculo se celebró mediante una danza conmemorativa sobre los pretiles del río divisorio. La estampa constituye una imagen identificativa de la propia villa.

Los chicos visten camisa y pantalon blancos y faja de algodón roja anudada a la cintura. En el pecho, vistoso escapulario sobre el cual se tercian dos pares de cintas de seda de colores sujetas entre si en los costados y en los pantalones, a la altura de las pantorrillas, dos piezas de tela con cascabeles. Calzan alpargatas blancas de esparto con cintas rojas. En la cabeza boina roja y en la mano el palo o makila.

El escapulario es, en sus dos partes, de forma rectangular, unidas por cintas rojas que pasando por los hombros van de pecho a espalda. En cada rectángulo, tres porciones diferentes con adornos y temas variados: flores, motivos decorativos y generalmente estampas de la Virgen del Carmen. El del capitán es diferente del resto y más vistoso, con un emblema eucarístico bordado en el centro y la imagen de San Fermín y de San Martín de Tours, patrón de Lesaca, a los lados.