Todas las personas pasan por diferentes etapas a lo largo de su vida: la curiosidad por descubrir algo nuevo, el continuo aprendizaje profesional y personal, el enamoramiento, la lucha diaria por seguir adelante, las celebraciones por un éxito conseguido, la relación con las amistades que vienen y van, o el pensamiento en el futuro venidero.

Todas esas sensaciones, se plasman en el escenario desde un punto de vista especial, el de un Danzari, cuya figura será el hilo conductor de todo el espectáculo, y nos guiará a través de su historia.
La danza tradicional y una música de gran riqueza melódica, se entrelazan siguiendo los ritmos del fandango y el arin-arin para crear Arindango.

Elegancia, sencillez, vistosidad, contraste y sobriedad pueden apreciarse en la indumentaria usada en las distintas piezas. Elegancia en faldas de paño bordadas, sencillez en los trajes de los chicos, contraste en la combinación de colores como, el blanco el rojo y el negro y vistosidad en corpiños entallados y faldas de rayas y a cuadros. Y finalmente sobriedad en el negro de las faldas, de las camisetas, de los pantalones, de las alpargatas, un negro que lo enmarca todo rompiendo con lo tradicional y dando un paso al fututo.